desintegracion familiar

lunes, 5 de octubre de 2009

Guatemala,


Guatemala, Guat., 7 agosto 07 (CIMAC/SEMlac).- Cada día más niñas y niños son integrados en Guatemala a las pandillas juveniles o maras, cuyos líderes reclutan a jovencitos de entre siete y 15 años de edad para utilizarlos en tareas que ellos no pueden hacer (porque tienen conflictos con la ley), como el cobro de dinero por extorsiones y vigilancia de las víctimas.Así se aprovechan de la situación de vulnerabilidad en que se encuentra más de la mitad de los seis millones de niñas, niños y adolescentes que viven en este país centroamericano y los enrolan, bajo el engaño de que allí encontrarán lo que no tienen en su verdadera familia: protección y atención.
Las y los niños que provienen de hogares desintegrados, o de familias donde predomina el abuso sexual y la violencia familiar, empuñan un arma e intentan mostrar que pueden matar para así lograr la aceptación de los líderes "mareros".

De ahí que el número de integrantes de las pandillas en Guatemala haya crecido considerablemente en 10 años. Se estima que hay unos 70 mil jóvenes agrupados en 236 maras reconocidas y organizadas, según el informe Política de Desarrollo Social y Población 2006 de la gubernamental Secretaría General de Planificación.
A criterio de los defensores de los derechos humanos que mantienen contacto con los pandilleros, la mayoría de esos jóvenes proceden de los 600 cinturones de pobreza que conforman la ciudad y colonias marginales, de hogares desintegrados y violentos, o son hijos de madres solteras.

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